Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo. (Isaias 41:13)
Recuerdo cierta vez de niño, cuando me desprendí de la mano de mi papá en un centro comercial y estuve solo durante un corto tiempo –que pareció una eternidad- sin saber donde se había ido. La sensación fue horrible: a pesar de haber gente por todos lados en el pasillo donde me encontraba, me sentía realmente solo y desamparado en medio de la multitud. Mis ojos se aguaron y el miedo se apoderó rápidamente de mí. Sentí mucho frío y un vacío en mi estómago que no me dejaba ni caminar –¿pero a donde?
Luego cuando le veía venir hacía mi, escuchar su voz llamándome por mi nombre, sentía un gran descanso y la seguridad por estar entre sus brazos de nuevo.
Esta sensación de desamparo, de soledad, de confusión y temor aparece cada vez que siento que Dios no se encuentra a mi lado, cuando no responde o peor , cuando decido apartarme de El.
Hoy día en cualquier circunstancia en la cual aparentemente Dios se encuentra lejos, recuerdo lo que sentía cuando mi padre desaparecía de mi vista, pero también la agradable sensación de estar de nuevo asido de su mano protectora.
En cualquier situación sé que la presencia de Dios está conmigo, siempre y cuando anhele encontrarle . Que su mano me guía y me sostiene cuan padre con su hijo y que su ayuda y misericordia nunca me faltarán!
Luego cuando le veía venir hacía mi, escuchar su voz llamándome por mi nombre, sentía un gran descanso y la seguridad por estar entre sus brazos de nuevo.
Esta sensación de desamparo, de soledad, de confusión y temor aparece cada vez que siento que Dios no se encuentra a mi lado, cuando no responde o peor , cuando decido apartarme de El.
Hoy día en cualquier circunstancia en la cual aparentemente Dios se encuentra lejos, recuerdo lo que sentía cuando mi padre desaparecía de mi vista, pero también la agradable sensación de estar de nuevo asido de su mano protectora.
En cualquier situación sé que la presencia de Dios está conmigo, siempre y cuando anhele encontrarle . Que su mano me guía y me sostiene cuan padre con su hijo y que su ayuda y misericordia nunca me faltarán!
2 comentarios:
...Encuentro realidad, vivencia e intimidad en cada palabra....es esa la dimensión que debe tener para nosotros la presencia de Dios en nuestra vida....te felicitoo amiguis...bella inspiración!!
Reviví una experiencia de niña... Cada día aprendo que el amor de un Padre hacia su hijo, es único, inmenso e inagotable. Gracias Oad
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